La piel de la supervivencia no me permite ser coherente, esta piel actúa solo para auto protegerse, tiene frío y hambre y solo busca cubrir sus necesidades básicas.
Aún tiene la especie mucho de superviviente; es una carga pesada la que porta esta condición, tanto a nivel físico, mental y emocional.
Las respuestas en este nivel son muy reactivas, porque la sensación es de que el mundo es una amenaza y que hemos de defendernos constantemente de los miles de peligros que nos acechan.
Mientras estemos cubiertos por esta piel no podemos dar respuesta a lo que esencialmente SOMOS, porque no podemos acceder a esa versión pura y destilada de nuestro SER.
Al partir de tanta carencia que necesita ser llenada de cosas, personas, funciones, roles, trabajos…o lo que sea, no podemos acceder a la abundancia de sentirnos completos, porque esa piel no nos deja ver ni sentir esta completud.
Por eso es tan importante trascender esa piel reptiliana, porque el VUELO de quienes SOMOS se da en un plano de más altura, no a ras del suelo, que es donde siempre nos movemos.
Para alzar el vuelo y entrar en coherencia universal, hemos de estar alineados con nosotros mismos, y esto se da en un plano de no identificación personal, no hay imagen a salvaguardar, ni vacío que llenar. Si todavía lo hay, estaremos en lugares que no nos pertenecen, realizando cosas que no nos satisfacen, ejerciendo roles que no nos convencen, con personas que nos resultan ajenas…, y esto se repetirá infinitas veces si no sanamos de raíz, y si no se desprende de nuestra piel el instinto básico de pura supervivencia, que nos tiene atrapados en su estrechez.
Como contrapunto a este instinto tenemos en nosotros la INTUICIÓN, ese radar nos indica la ruta de nuestra propia verdad, pero si está empañada con el instinto más primario, no podremos escucharla en profundidad.
La intuición es la llave de acceso a nuestra mejor posibilidad, pero hemos de estar muy desalojados, muy vacíos de nosotros mismos y de nuestros apegos y necesidades para poder seguir la intuición, con la nitidez con la que ella se muestra.
Se necesita mucha desapropiación de falsas identidades para escuchar la claridad de la INTUICIÓN.
Si vivimos con mucho ruido mental, emocional o físico…no escuchamos la suave invitación de la intuición a SER lo que SOMOS.